Un día Lizzie Velásquez descubrió que alguien le había grabado un
vídeo y lo había subido a YouTube con el título "La mujer más fea del
mundo". La grabación consiguió millones de reproducciones, pero la joven
decidió que no iba a dejar que unos acosadores decidieran cómo debía definirse.
"Empecé a darme cuenta que mi vida estaba en mis manos…
Entonces podía decidir ser feliz o elegir enojarme con lo que tengo y quejarme
de eso. Pero luego empecé a darme cuenta…. ¿Voy a dejar a la gente que me dice
monstruo definirme? No. Voy a dejar que mis metas y éxitos y mis logros ser las
cosas que me definan No mi apariencia", dijo Lizzie.
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